El viejo

Atravesando los extensos y áridos cauces

bordeados de arrugas

las lágrimas de unos ojos cansados

corrieron.

Le era imposible esconder

bajo ese semblante de hierro

y esos ojos como piedras

el sublime sentimiento:

Solo el amor, con el ímpetu

de un río,

puede causar tal destello de vida.

Y puede ayudar a otros ojos

a encontrar al hombre

detrás de la arcilla.

 

Canción de amor

Hubiera preferido un video un poco más sobrio. Pero la realidad es que no encontré la versión adecuada en los demás. Soy de los que prefieren que solo las palabras y la música sugiera. Por eso recomiendo leer la letra sin prestar demasiada atención a las imágenes que se van sucediendo.

Creo que es una excelente canción de amor, como casi todas las cartas de amor que valen la pena leer se presiente la ausencia, el recuerdo, la nostalgia y el deseo de conocimiento y la fascinación tan propio de las personas enamoradas.

Charly García la escribió y Maria Rosa Yorio, quien fuera mujer del músico en ese momento y madre de su hijo, la interpreta.

 

La bestia

El cielo esta cegado y se derraman sobre nuestras  míseras cabezas gotas de plomo traslúcidas. Un hedor a melancolía asciende junto con la humedad, refrescando mi saturada mente y saturando mi garganta con un elixir amargo. Duro, hasta el extremo es tragar tanto sufrimiento etéreo. Con cada negra respiración, con cada trago amargo que se forma en mi pescuezo, con cada gota que decanta de los cielos y golpea haciendo crepitar las hojas húmedas del deforme olivo, con el ojo permanentemente abierto y crispado de la luna que devela las acciones de los habitantes nocturnos, comienza a desatarse en mi lo que estaba encadenado.

Toda la noche, toda, alimenta a esto proveyéndolo de una fuerza atroz que recorre mi espina y la hace temblar. La Uña interior erupciona, horadando el pecho, una garra maléfica, que me abre en canal  intoxicando el corazón.

Ah! Toda la noche, toda, vomita su cruel veneno. Su aroma es dulce para la bestia que reclama su alimento, fresca carne negra. Y yo doblegado a su voluntad, bebo y degluto con dolor hasta emborracharla , y el corazón…el corazón emponzoñado .

No cabe en mí el consuelo, cuanto más quiero perder la conciencia, más claramente veo. Cuanto más buceo con mis pensamientos en la oscuridad del silencio, más luz terrible observo. Locura luminosa, luna, astros y estrellas descubren el velo de la Bestia. Hay de mí! Infeliz locura  que me toca vivir. Se desolla el alma con el llamado de la bestia. Que animal más bruto, insano, oscuro y terrible ruge estentóreamente. Me horroriza su llamado. Suena como un tambor fúnebre recordándome su presencia desde lo profundo. Libérame!- Grita- con sus ojos inyectados en sangre. Se figura su rostro de mirada profunda en cada espejo, en el reflejo del agua quieta. Honda mirada que surge de las profundidades.

Reclamo de realidad astrigente, áspero y quebrado como la roca del corazón: Hipócritas, ya no hay nada bueno. Malditos miedosos, acérquense, véanse aquí, despierten…miseria y error, pecado e ignorancia somos! Malditos que se estremecen y esquivan la mirada. Cobardes que acallan. Aquí estoy para recordarles que no son mejores que aquellos que critican!

Si pudiera

Si te tuviera en este momento a escasos centímetros de mi nariz, observando esos redondos ojos negros.

Si pudiera observar tus pupilas inquietas, como las piedrecitas fluyendo por el fondo del río.

Si pudiera sentarme frente a vos y mirar como la tarde se apaga en tus mejillas de arcilla.

Si pudiera quedarme hasta que las sombras te oculten, devorándote despacio de mi memoria.

Si aun pudiera quedarme un rato, mientras las rosas avanzan con su perfume desde la ventana.

Si pudiera con mis ojos mirarte como te miro con mi corazón, dirías que estoy loco. Y es probable.

Corazón

Este es el extracto de la entrada.

Muchas veces ocurre

que mi corazón comienza a galopar incansablemente, el corre tras mis sueños.

Se emociona: ríe, llora, recuerda.

Planea sobre el viento del futuro, se aleja esperanzado.

Muchas veces más llega herido, arrastrando mi sueño al costado.

Costosamente lo desempolvo tras la caída.

No puede ver que no tiene alas.

Por eso duele cuando lo comprimo en mi pecho.

Lo obligo a permanecer contenido.

Es un corazón joven que no entiende que solo soñar es poco vivir.